20090928

Into my mind



Que rico es obsesionarse. Que bueno es tener y sentir pasión por tantas cosas en la vida. Que increíble es sentir tanta pasión por la vida. Una persona que no vive la vida con pasión no la vive a plenitud. Aún así sean cosas tan pequeñas, lo que creo que es hasta mejor. Por las cosas sencillas pero que pueden despertar grandes pasiones. Cosas como la música, la lectura, un deporte o una película, incluso con la comida. Cualquier cosa vale.

Por citar un ejemplo. Después de mucho tiempo de no haber visto una película que me gusto bastante, la he vuelto a ver. Es una película fantástica y que te dice demasiado de la vida. Esta película es “Into the Wild”. En un breve resumen, se trata de un tipo de 23 años (por favor tener muy en cuenta el hecho de que tiene 23 años justamente. Si no sabes a lo que me refiero anda un poco más abajo en el blog y encontrarás una entrada que se llama amargos 23) con una forma de pensar diferente, muy diferente a los demás. Decide no seguir contaminando su vida con la sociedad y planea realizar un viaje a Alaska en donde convivirá con nada más que la naturaleza y con lo mínimo indispensable para su supervivencia.

Este viaje no es nada más que una búsqueda que tiene el protagonista de encontrar el sentido de su existencia en esta vida. Algo por lo que algunos pasan y nunca encuentran, y creo por el que todos deberíamos de pasar en algún momento. A veces siento que eso es lo que me está sucediendo en este momento, pero quien sabe.

En todo caso les recomiendo que se vean esta película, y véanla como mucho más que una simple película. Que la aventura que esta película les puede traer no termine con el botón de “stop” y un comentario sobre que tal les pareció. Apasiónense con la idea de que hay algo más en esta vida que se ha preparado para nosotros. Algo que quizás no entendamos en este momento y que no podemos pasar el resto de nuestras vidas sin detenernos a pensar que hacemos aquí. Les dejo unas cuantas palabras reales que escribió el personaje en quien se basó esta película. Esta es una carta que le escribió a un amigo antes de desaparecer. Antes de adentrarse en lo salvaje.

"Deberías cambiar radicalmente de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo... Si quieres obtener más de la vida debes renunciar a una existencia segura y monótona... No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas... No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente... Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en que vives."

Guayaquil City


Siento un intenso calor recorrer mi espalda al apoyarme en una columna de concreto que todos los días debe de sufrir, ahí, inmóvil, el sofocante sol de invierno. Ahora comprendo las palabras de Manu Chao “Guayaquil City va a reventar, tanto calor no se puede aguantar”.

Un chiclero sobrevive sentado en su silla de la esquina. Incapacitado por su ceguera, se detiene ahí todos los días de su vida con su sentido auditivo muy activo. Siento entonces la necesidad de aliviar dos necesidades. La suya de ganarse la vida, y la mía de matarme poco a poco con un tabaco.

Me acerco al tipo y lo saludo. Sus ojos permanecen quietos mientras su cara demuestra una inseguridad de no saber que palabras se dirigen hacia él. Corroboro las mías con un gentil “me da un belmont por favor”. Inmediatamente sus manos comienzan a tantear su cajita llena de caramelos, chupetes, mentas, tabacos y demás. Su cabeza ya tiene establecido un mapa de la ubicación de cada producto, pero su búsqueda es justificadamente torpe. Prefiero entonces agarrar el cigarrillo y con palabras de confianza le informo que ya lo tengo. Pongo un par de monedas en sus manos y le agradezco. Él no dice nada. Yo soy nada más que una de las tantas voces que percibirá su sistema auditivo.

Regreso a mi irreverente ubicación, apoyado en la columna que sostiene monumental estructura. Cientos de personas caminan a mí alrededor. Un señor le llama la atención a dos niños de la calle, con una simple oración. “Flaco, se te calló ese papel” El sigue su camino mientras el pelado recoge a regañadientes el papel que acaba de tirar a la calle. Espera que el señor se aleje algunos metros y demuestra su rebeldía ante la sociedad volviendo a tirar el papel, y con palabras desafiantes reta al tipo que no lo alcanza a escuchar.

Una flaca de muy buena pinta pasa a mi costado. Un súbito y accidental encuentro de miradas ocurre, y cuando este termina observo a tres tipos atrás, tripeando con la flaca, cosas que solo calle 13 sabría explicar. Ella debe de aguantar eso todos los días.

La sabrosura de estas personas está plasmada en sus jeans gogoteros, aretes de 14 quilates, y peinados que le hacen a uno preguntarse “¿En que mierda estaba pensando este maricón?”. Hay que aceptar que para ser así se necesita personalidad.

Siento ahora un toque en mi hombro, una viejita de muy avanzada edad me extiende la mano. No habla, ni siquiera me mira, sabe que tan solo con su estado y su mano extendida es suficiente para generar una reacción. No tengo más monedas, ya me estoy matando con las últimas dos. Ella sigue su camino mientras llevo los que podían haber sido sus 15 centavos a mi boca. El humo que llevo a mis pulmones ya no calma tanto mi ansiedad. Lo repito una y otra vez mientras continúo con mi observación.

Una inmigrante de la sierra aprovecha la hora de salida de los colegios que se encuentran en los alrededores para vender mango y ciruelas. Recuerdo entonces el chiste de la manguera. Ella es amiga de todo el mundo pero nadie es amigo de ella.

Cientos de niñas se pasean por las calles mientras los gogoteros se ponen pilas con las féminas. De repente se arma un bullicio ocasionado por los gritos de aliento de muchas niñas que forman un círculo humano para observar una pelea de dos pelados que solamente buscan impresionar a las jovencitas en plena pubertad. No logro encontrar muchas diferencias entre este espectáculo y discovery channel. El ganador tendrá sexo ahora de noche mientras que el perdedor tendrá que irse cabizbajo, humillado por la muchedumbre.

Dos ejecutivos desentonan el paisaje con su cara de asco ante semejante show. Ya han olvidado que alguna vez fueron niños.

Se acabó mi tabaco, es hora de partir.

Lo que todas estas personas tenemos en común es que somos dueños de una vida. Y la de cada uno es la más importante para su dueño. Somos uno en cientos de millones. Yo, en este caso, soy la vida que se encontraba parada ahí en ese lugar, buscando algo de que escribir en el blog. Tú, ¿Quién eres?

20090918

Buenas vibras para todos.

El lugar donde naciste


la familia que heredaste


Los hermanos con los que crecistes


la persona con la que te casaste.



Los amigos que cuidaste


y que alguna vez te cuidaron


Los abrazos que repartiste,


los puños con los que peleaste.



Las lágrimas con las que sufriste,


las sonrisas que produjiste.


Un corazon que se partió


y los pedazos que recogiste.



Una mascota que quisiste


muchas personas que amastes


Las peladas con las que vacilastes


y los amigos con los que te emborrachaste.




Muchas cosas aprendiste


de muchos errores cometidos


¿cuantos latidos de tu corazon


en una vida llena de amor?



Cuantos recuerdos increíbles


sean malos o sean buenos


hacen esta vida maravillosa


que siempre disfrutaste.



Y todo llega a un final


los ojos se tienen que cerrar


abre tu mente y mira para atrás


y dime que no vivimos en un mundo espectacular.

20090909

Amargos 23





Dicen que la edad más dulce comienza a los 16. Creo entonces que la edad más amarga tiene que ser los 23. Y es que creo que estas dos edades son inversamente iguales. Solo fijémonos en los números. 16 y 23. Si el 1 lo multiplican por 2, el resultado es 2. Y si ahora el 6 lo dividen para 2 el resultado es 3. ¿Me están siguiendo aquí? En todo  caso espero pueden entender la lógica de que las edades son inversamente iguales. 


Ahora basta con la mierda matemática. Vamos con la vida real.


Antes de continuar quiero aclarar que no creo en que los números definen nuestras vidas, pero tomo como referencia las edades en las que creo que comienzan a surgir ciertos cambios. ¡No!, no me refiero a los cambios como que te comienzan a crecer pelitos en las zonas íntimas. Me refiero a cambios en tu mentalidad, decisiones que te definen como persona y a conseguir esa identidad que te marcará para el futuro. No estoy tan seguro si estaré hablando de un caso en específico (que es el mío) pero por lo menos tengo la certeza de que hay otra persona que pasa por lo mismo. Así que deben de haber más personas que se identifican con esta hipótesis, por nombrarlo de alguna forma.


Aquí vamos con la relación entre estas dos edades. Creo, y estoy muy seguro de que los 23 es la edad con la que termina la etapa que comenzó con los 16. Y de ahora en delante no la voy a llamar edad, mejor pongámosle "mentalidad". Una vez que cumples la mentalidad de los 16, sientes que estás entrando a un mundo nuevo. Es el momento de comenzar a independizarse pero sin lugar a dudas, sigues siendo un niño. Quizás con un poco más de responsabilidades y sobre todo buscas demostrar que ya no eres un niño. Bueno pues, lo sigues siendo lo quieras o no. Comienzas a vivir un poco más la vida, disfrutas de lo que te gusta y más que seguir formando parte de tu familia, formas parte de una nueva comunidad a la que consideras a tu grupo de amigos. Esto es muy importante ya que a partir de ellos comienzas a formar tu propio criterio sobre ciertas cosas y te dejas influenciar por sus formas de pensar siempre y cuando estas se acoplen a ti, o incluso a veces no se acoplan pero igual las sigues. De esta forma los años pasan y vives la vida loca o media loca o loca y media dependiendo de los pasos que quieras seguir. No te importa tanto el hecho de madurar, pero pretendes que lo estás haciendo. Te encariñas con esta vida que oscila entre la independencia y la inmadurez.


 Y esta preposición IN es la razón por la cual la gente que esta en onda es gente que esta IN. (Si yo se, fue un mal chiste) 


Continuemos


Así nuestro querido amigo "El tiempo" nos traiciona, nunca nos avisa que él sigue avanzando y que nosotros nos estamos quedando atrás. Un día te despiertas y sin darte cuenta hay 23 velitas en ese pastel. Son tantas que ya no te interesa ni chuparles lo poco de pastel que se queda en la base, y lo peor es que no entiendes por que tus hermanos menores lo disfrutan tanto si tienen un pastel entero para comer. Aunque lo más probable es que tus papis ya ni siquiera te hagan pastel.


Amigo mío, ya eres todo un hombre (o mujer). Lo quieras o no!


Has llegado a la amarga mentalidad de los 23. Lo primero que te preocupa es el saber que ya no eres para nada un niño. Ahora tienes que combatir una vez por semana con esos malditos pelos por los que antes te quejabas de que no tenías nada. Pero los cambios físicos son los que menos importan. Tu mente comienza a traicionarte. Poco a poco vas sintiendo la necesidad de independizarte, pero al mismo tiempo no deseas dejar atrás el niño que siempre fuiste.


 Ha llegado una edad sumamente importante en tu vida en donde lo que más importa es tomar decisiones (tomen en cuenta las palabras claves que se encuentran en negrita) y definir los objetivos y las metas para tu futuro. Tú solo te comienzas a llenar de responsabilidades por que te vas dando cuenta de que ya eres un hombre.


Basta de juegos de niños!! Ha llegado la edad de terminar de crecer y de ser un hombre preparado para lo que el mundo tiene para ti.


Quizás algunos podrán darse cuenta de que los dos últimos párrafos son un intento de hacerlos estresar y ponerlos a pensar sobre su edad y situacion mental. Revisemos por favor las palabras claves. 


Futuro

Objetivos

Metas



Las tres son palabras que de seguro se han cruzado por nuestra cabeza. Las mismas han pasado por la mía. Querido lector, no soy psicólogo, ni lo que has leído hasta ahora te va a ayudar en algo en tu vida pero sí hay algo que te quiero decir. 


Deja de preocuparte tanto en el destino y comienza a disfrutar el viaje.


20090901

Opinen

Si pueden veanlo todo. Es una mayor pérdida de tiempo que lo que escribo pero si ya estas aquí es por que tienes tiempo de sobra.