20100428

Una vida normal


A veces me pongo a pensar en como me gustaría que sea mi vida y creo que me gustaría que fuese normal.

Como la de ese tipo que nace a mediados de año, en una familia que es bien acomodada. Tiene 2 hermanos, un hombre y una mujer. Todos se quieren entre sí. Sus padres llevan un matrimonio de varios años y rara vez pelean por que quieren ser un buen ejemplo para sus hijos. Ellos los llevan todos los domingos a misa. Les enseñaron a querer a Dios y ellos aprendieron.

Él es un buen estudiante en el colegio, nunca llegó a ser abanderado ni a ganar premios pero lo importante es que vago no era. Tampoco relajoso, por que no quería problemas. No era el mejor estudiante por que se conformaba con ser normal.

Se graduó del colegio ya sabiendo lo que quería ser. Él quería ser ingeniero. Nunca, nadie ni nada, lo iba a hacer cambiar de opinión. Entro a una universidad medianamente buena que quedaba relativamente cerca de su casa donde era una vez más un estudiante normal. Ahí jugaba fútbol de vez en cuando. No era delantero, era lateral derecho. Como no jugaba ni bien ni mal, de vez en cuando era titular. Él estaba conforme con ser un jugador normal. Nunca le llamó la atención algún otro deporte, no lo necesitaba en su vida. Par de veces intentó surfear pero le pareció que era muy difícil así que desistió.

En la universidad conoció a una chica que le gustó mucho. Nunca antes se había enamorado de alguien por que no lo veía necesario. Ella no era muy linda pero para nada fea, y lo mejor de todo es que le daba bola. Se amarraron y comenzaron a hacer su vida juntos.

Entró a trabajar a la empresa del viejo donde aunque no le pagaban mucho, era más que suficiente para él. Así comenzó a ahorrar por que sabía que ahorrar era importante. Eso le enseño su papá. Por esto es que cuando salía de farra, lo que era muy raro ya que no tenía muchos amigos, gastaba muy poco. Apenas se tomaba unos tragos y no fumaba para nada. Nunca ni siquiera probó. Una vez le ofrecieron marihuana y se molestó por que pensaba que le habían visto cara de drogadicto, cuando a él en la vida se le hubiese ocurrido probar drogas.

El tiempo pasaba y su vida se iba consolidando. Ya pasó a ocupar un buen puesto en la empresa de su papá, y como esta estaba creciendo y el ya tenía algo de plata ahorrada, a los 3 años de amarrado le pidió matrimonio a su novia (la misma de siempre). Él puso el anillo dentro de una copa de champán que había pedido, en el mismo restaurant donde invitó a comer a su novia por primera vez. Ella no lo pensó dos veces y le dijo que sí. Eso a él lo hizo feliz, aunque ya estaba seguro de cual iba a ser la respuesta.

Se casaron y tuvieron dos hijos. Un hombre y una mujer. Al hombre lo llamó como su padre, y a la mujer como su esposa, pero le aumentó el nombre “María” por que siempre tenía presente a la religión en su vida.

Así el tiempo siguió pasando y el tuvo una vida tranquila. Nunca pensó mucho sobre el mundo y lo que pasaba a su alrededor por que no le gustaba preocuparse en esas cosas. Él sabía que era un buen tipo y que no le hacía nungún mal al mundo.

Le enseñó a sus hijos a ir todos los domingos a Misa y ellos también aprendieron. Aprendieron a repetir todo lo que se decía, pero nunca se tomaron la molestia de escuchar de verdad.

La vida siguió y Él continuó envejeciendo. No peleaba mucho con su esposa, al igual que sus padres. Sus hijos eran buenos chicos, buenos estudiantes tal como su padre. Normales en todos los aspectos.

Un día mientras dormía sufrió un ataque cardiaco. El dolor duró poco y la muerte fue rápida. A sus 68 años su vida había terminado. Dejó atrás una buena familia, algo de bienes y dinero y algunas otras cosas.

Su funeral no estuvo lleno. Unas cuantas personas lloraron, otras solo se lamentaron. Excompañeros del colegio (no eran tan cercanos para ser considerados amigos) se encontraron en el funeral y aprovecharon para saludarse y reír un poco en la parte de atrás.

La tierra caía sobre su ataúd. El típico ataúd de todos. Un ataúd tan típico y normal como su vida.

A veces me pongo a pensar como me gustaría que sea mi vida y estoy seguro de que me alegra que no sea normal.