20090909

Amargos 23





Dicen que la edad más dulce comienza a los 16. Creo entonces que la edad más amarga tiene que ser los 23. Y es que creo que estas dos edades son inversamente iguales. Solo fijémonos en los números. 16 y 23. Si el 1 lo multiplican por 2, el resultado es 2. Y si ahora el 6 lo dividen para 2 el resultado es 3. ¿Me están siguiendo aquí? En todo  caso espero pueden entender la lógica de que las edades son inversamente iguales. 


Ahora basta con la mierda matemática. Vamos con la vida real.


Antes de continuar quiero aclarar que no creo en que los números definen nuestras vidas, pero tomo como referencia las edades en las que creo que comienzan a surgir ciertos cambios. ¡No!, no me refiero a los cambios como que te comienzan a crecer pelitos en las zonas íntimas. Me refiero a cambios en tu mentalidad, decisiones que te definen como persona y a conseguir esa identidad que te marcará para el futuro. No estoy tan seguro si estaré hablando de un caso en específico (que es el mío) pero por lo menos tengo la certeza de que hay otra persona que pasa por lo mismo. Así que deben de haber más personas que se identifican con esta hipótesis, por nombrarlo de alguna forma.


Aquí vamos con la relación entre estas dos edades. Creo, y estoy muy seguro de que los 23 es la edad con la que termina la etapa que comenzó con los 16. Y de ahora en delante no la voy a llamar edad, mejor pongámosle "mentalidad". Una vez que cumples la mentalidad de los 16, sientes que estás entrando a un mundo nuevo. Es el momento de comenzar a independizarse pero sin lugar a dudas, sigues siendo un niño. Quizás con un poco más de responsabilidades y sobre todo buscas demostrar que ya no eres un niño. Bueno pues, lo sigues siendo lo quieras o no. Comienzas a vivir un poco más la vida, disfrutas de lo que te gusta y más que seguir formando parte de tu familia, formas parte de una nueva comunidad a la que consideras a tu grupo de amigos. Esto es muy importante ya que a partir de ellos comienzas a formar tu propio criterio sobre ciertas cosas y te dejas influenciar por sus formas de pensar siempre y cuando estas se acoplen a ti, o incluso a veces no se acoplan pero igual las sigues. De esta forma los años pasan y vives la vida loca o media loca o loca y media dependiendo de los pasos que quieras seguir. No te importa tanto el hecho de madurar, pero pretendes que lo estás haciendo. Te encariñas con esta vida que oscila entre la independencia y la inmadurez.


 Y esta preposición IN es la razón por la cual la gente que esta en onda es gente que esta IN. (Si yo se, fue un mal chiste) 


Continuemos


Así nuestro querido amigo "El tiempo" nos traiciona, nunca nos avisa que él sigue avanzando y que nosotros nos estamos quedando atrás. Un día te despiertas y sin darte cuenta hay 23 velitas en ese pastel. Son tantas que ya no te interesa ni chuparles lo poco de pastel que se queda en la base, y lo peor es que no entiendes por que tus hermanos menores lo disfrutan tanto si tienen un pastel entero para comer. Aunque lo más probable es que tus papis ya ni siquiera te hagan pastel.


Amigo mío, ya eres todo un hombre (o mujer). Lo quieras o no!


Has llegado a la amarga mentalidad de los 23. Lo primero que te preocupa es el saber que ya no eres para nada un niño. Ahora tienes que combatir una vez por semana con esos malditos pelos por los que antes te quejabas de que no tenías nada. Pero los cambios físicos son los que menos importan. Tu mente comienza a traicionarte. Poco a poco vas sintiendo la necesidad de independizarte, pero al mismo tiempo no deseas dejar atrás el niño que siempre fuiste.


 Ha llegado una edad sumamente importante en tu vida en donde lo que más importa es tomar decisiones (tomen en cuenta las palabras claves que se encuentran en negrita) y definir los objetivos y las metas para tu futuro. Tú solo te comienzas a llenar de responsabilidades por que te vas dando cuenta de que ya eres un hombre.


Basta de juegos de niños!! Ha llegado la edad de terminar de crecer y de ser un hombre preparado para lo que el mundo tiene para ti.


Quizás algunos podrán darse cuenta de que los dos últimos párrafos son un intento de hacerlos estresar y ponerlos a pensar sobre su edad y situacion mental. Revisemos por favor las palabras claves. 


Futuro

Objetivos

Metas



Las tres son palabras que de seguro se han cruzado por nuestra cabeza. Las mismas han pasado por la mía. Querido lector, no soy psicólogo, ni lo que has leído hasta ahora te va a ayudar en algo en tu vida pero sí hay algo que te quiero decir. 


Deja de preocuparte tanto en el destino y comienza a disfrutar el viaje.


2 comentarios:

Emilio Guerrero dijo...

Loco q hp, me sentí muy identificado con lo q dijiste d muchas maneras.. Mas allá q no me gusta para nada blink. Q chevere loco, q bien q escribas y de una forma libre y honesta, Felicitaciones, no dejes de hacerlo maricon.
Saludos

Emilio

El Guardián dijo...

broder gracias loco!! esas son las palabras que inspiran a seguir haciendolo.

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